Diosas Nórdicas (Ásynjur)

Frigg
Es la esposa de Odín, la reina y diosa principal en la mitología nórdica, es madre de casi todos los AEsir, salvo de aquellos que Odín concibió con. Es la diosa del amor, el hogar, el matrimonio y lo domestico. La historia más importante en la que participa Frigg es la muerte de su hijo Baldr. Desde muy joven, este dios vivió atormentado por extrañas pesadillas que predecían su muerte y así se lo comento a Frigg. Ella recorrió el mundo y obligó a todas las cosas que significaran peligro para su hijo, a jurar que no le harían daño. Todas así lo hicieron excepto la planta de muérdago que, por ser muy joven y casi inofensiva, no tuvo que jurar. Al enterarse Loki, puso la plantita en una flecha que dio a Hoor, el hermano ciego de Baldr, para que la lanzara con su ayuda sin saber que Loki dirigía el arco al pecho de Baldr, quien murió rápidamente. Cuando Baldr llegó al reino de los muertos, Frigg hizo lo imposible para recuperarlo, sin conseguirlo. Frigg tenía también el don de la profecía. Habitaba en una gran mansión, llamada Fensalir.

Idhun 

Esta diosa es muy importante en el Asgard. Los dioses nórdicos no eran inmortales, como los griegos. Por ello, envejecían. Pero para llegar a la batalla final, el Ragnarok, debían comer unas manzanas que les aseguraban la juventud. Y la encargada de custodiar estas manzanas en la esposa de Bragi, Idhum. Por lo que de ella depende la vida de todos los dioses del Asgard.

En cierta ocasión, Loki fue secuestrado por el gigante Pjazi. Pero éste aceptó ponerlo en libertad a cambio de las manzanas doradas de la juventud y Loki le entregó a Idhun. Cuando Odín se enteró entró en cólera y le dijo que si no la rescataba, a ella y a las manzanas, lo mataría. Así fue como el Dios timador se convirtió en halcón y la rescató, pero Pjazi lo persiguió. Y fue el mismo Odín quien lo enfrentó y acabó con él, salvando a Loki y a Idhun, con lo que aseguró la juventud de todos. 

Freya

La diosa nórdica de la belleza y el amor, era hermana de Frey e hija de Njörd y Nerthus, o Skadi. Era la más hermosa y la más querida de entre todas las diosas y, mientras que en Alemania se la identificaba con Frigg, en Noruega, Suecia, Dinamarca e Islandia era considerada como una divinidad diferente. Freya, al haber nacido en Vaneheim, también era conocida como Vanedis, la diosa de los Vanes, o como Vanebride.

Cuando llegó a Asgard, los dioses quedaron tan prendados por su belleza y elegancia que le concedieron el reino de Folkvang y el gran palacio de Sessrymnir (el espacioso de asientos), donde le aseguraron que podría acomodar fácilmente a todos sus invitados.

Las Nornas

Las diosas nórdicas del Destino, las Nornas, eran independientes de los dioses. Estos no podían ni cuestionar ni influir en sus decretos bajo ningún concepto. Eran tres hermanas, probablemente descendientes del gigante Norvi, de quien emergió Nott (noche). Tan pronto como concluyó la Edad de Oro, y el pecado comenzó a recorrer incluso las moradas celestiales de Asgard, las Nornas hicieron su aparición bajo el gran fresno Yggdrasil y establecieron su residencia cerca del manantial Urdar. Según algunos mitólogos, su misión era la de advertir a los dioses de males futuros, pedirles que hicieran buen uso del presente y enseñarles sanas lecciones del pasado. Estas tres hermanas, cuyos nombres eran Urd, Verdandi y Skuld, eran las personificaciones del pasado, el presente y el futuro respectivamente. Su labor principal era tejer en el telar del Destino, regar diariamente el árbol sagrado con agua del manantial Urdar y poner tierra fresca alrededor de sus raíces, para que permaneciera fresco y verde por siempre.

         Fueron muy temidas. Se ofrecían sacrificios para buscar sus favores y posteriormente fueron degradadas al rango de brujas y enviadas con el resto de los demonios a Brocken (Alemania), o Blocksberg o Valpurgisnacht (noche de valpurgis).

         Además de las Nornas o Dises, que también eran consideradas deidades protectoras, en la mitología nórdica se adjudicaba a cada ser humano un espíritu guardián llamado Fylgie, que le atendía de por vida, en forma humana o animal y permanecía invisible hasta el momento de la muerte, excepto para unos pocos iniciados.

Eir

Es  la diosa de la sanación y la resurrección. Su poder curativo sigue teniéndose en cuenta en el mundo actual. Representa el patrón particular de quienes trabajan con cualquier forma de salud o poder de sanación. Quienes desean obtener sus favores, curarse, deben invitarla.

En opinión de KveldúlfR Gundarsson, Eir es una diosa que prefiere los métodos "alternativos" más apacibles y más lentos de curación, tales como la aromaterapia,  las hierbas y los masajes, junto con el asesoramiento y el equilibrio emocional; es su manera de curar. También utiliza los medios médicos más drásticos, como la cirugía y los antibióticos, en casos muy agudos.